jueves, 28 de marzo de 2013

SAN PASOTO


Hoy ha sido mi penúltimo día de trabajo antes de mis vacaciones, yeah. Mañana empiezo una semana de tour por Corea con mi Bosco y la expedición jacetana, ¡va a ser legendario!

Cuando le pedí una semana de vacaciones a mi jefe su primera reacción fue preguntarme “¿por qué?”. Vaya, curiosa pregunta. Mi reacción fue contestar “porque quiero vacaciones”. Y vosotros diréis, bonita conversación de besugos. Correcto. Esta es la magia de hablar el mismo idioma pero no hablar el mismo idioma. Porque aquí he aprendido que el significado de un idioma no son sólo las palabras que se pronuncian, sino todo lo que hay detrás, todos los mensajes implícitos y todos los conceptos sobreentendidos. No estábamos entendiendo lo mismo a pesar de utilizar, se supone, el mismo idioma (más o menos).

Después de una conversación muy rara (con intérprete incluido) entre mi jefe y yo, en la que yo no estaba entendiendo por qué suponía semejante lío darme una semana de MIS vacaciones, me pidieron que lo comprobara con Recursos Humanos. ¿Pero que compruebe qué? Que comprobara que tenía suficientes días, que era muy pronto en el año. ¿Qué es muy pronto en el año para qué? No entendía nada y además mi cabreo iba en aumento creyendo que me estaban poniendo problemas por ponérmelos, así que decidí dejar de preguntar y me fui a Recursos Humanos a “comprobar” lo que tuviera que comprobar.

No había gastado ni uno solo de mis 19 días de vacaciones. Estaba segura porque reviso a diario mis calendarios del Outlook, el de Gmail, el que tengo de sobremesa y uno impreso pegado en un panel en el trabajo donde voy tachando cada día. Bueno, y el de la nevera. Todos con códigos de colores (seis años de apuntes te hacen esto). Son muchos calendarios para haber pasado algo por alto…Para asegurarme de que no estaba olvidando nada repasé también una aplicación en el móvil que me calcula la cuenta atrás para los eventos de los calendarios. Ningún evento pasado que requiriera vacaciones. Pero comprobé con alegría que me quedaban 87 días, 13 horas, 0 minutos y 37 segundos para ir a Zaragoza a conocer a mi sobrina. TODO MUY ÚTIL, SANO Y MUY POCO OBSESIVO, ¿verdad?. Ahora quedan 73 días, 10 horas, 1 minuto y 46 segundos. Bien.

Estaba ya lista para hablar con Recursos Humanos, que venga el toro con lo que venga que lo toreo, estos no me van a tangar a mí ni un solo día. Allá que voy al segundo piso, con dos cojones como los de los coreanos montañeros. Diríase que iba yo con una actitud un tanto belicosa; no me juzguéis, sentirse tan sola y tan incomprendida avinagra un poco el carácter. Así que ahí me planto en el departamento con el bendito compañero de Recursos Humanos, porque eso es lo que es, un santo que siempre me ha tratado genial; y le explico mi conversación con el jefe. A ver, ¿qué es lo que tengo que comprobar?

Y el Santo, con su Santa Paciencia, me empieza a explicar: Miss Sala…

(nota: Miss Sala soy yo, las erres no existen en coreano y como en el trabajo no suelen llamarse sólo por el nombre de pila sino que siempre te ponen algún título, aquí son Miss Sala. Hola, encantada)

…en Corea la media de días de vacaciones está entre los 10 y los 15 días laborables y, a parte, tienen unos cuantos días repartidos entre el Año Nuevo Lunar, vacaciones de verano y Chuseok, una especie de Acción de Gracias coreano. Está claro que no es la juerga padre, pero tampoco está mal, te da para organizarte tres semanitas buenas de vacaciones al año. Sin embargo, por lo menos en mi empresa, no utilizan esos 15 días libres para organizarse vacaciones más largas sino que se los van cogiendo sueltos, un día por aquí, otro día por allá, dependiendo de lo que les va surgiendo.

Y lo que les suele surgir son resfriados, gastroenteritis, ciáticas, el niño que no me ha dejado dormir, la suegra que tiene que ir al médico y hay que acompañarla…este tipo de cosas súper divertidas que gusta hacer en vacaciones. De ahí el “¿por qué?” de mi jefe, porque aquí no tienen baja laboral, a no ser que se decrete “emergencia nacional” por epidemia, algo que no parece ocurrir muy a menudo (true story: sólo te pagan la baja si te has contagiado de una epidemia y el estado lo reconoce como tal). TOTAL, que cuando se ponen malos tienen que tirar de días de vacaciones o venir al curro.

Ya decía yo las primeras semanas de estar en Corea, con los 23 grados bajo cero que teníamos: vaya ganas que tiene esta gente de venir arrastrándose, con los ojos rojos, sin voz, tos de caverna, a trabajar a 14 grados en la oficina. Angelicos ellos, infeliz yo. Venían porque era eso o gastar vacaciones. A parte de que el sacrificio por la empresa está muy bien visto; venir muriéndote y demostrar al mundo que tu trabajo está por encima de todo.

De hecho, es tan así que en el formulario que hay que rellenar para que te aprueben las vacaciones, uno de los apartados es “razón”. Y para más flipe, otros de los apartados es el teléfono móvil y zona en la que vas a estar, porque puede ser que mientras estás de vacaciones surja un tema mucho más importante que tus vacaciones y tu vida privada. Pero ese ya es otro tema.

El Santo de Recursos Humanos no me lo explicó con esta parrafada; simplemente me dijo que al no haber baja laboral, la gente se guarda los días de vacaciones para cubrir ese tipo de imprevistos y que por eso a mi jefe se le hacía raro que ya en marzo me cogiera cinco días sin una razón detrás. Las vacaciones no se utilizan aquí porque sí, tiene que haber una razón por la que no puedas venir a trabajar, y entre marzo y diciembre me podían pasar muchas cosas que me hicieran necesitar esos días.

Llegados a este punto y aclarada la turbación de mi jefe…¿QUÉ ME ESTÁS CONTANDO? Que si me pillo uno de mis virus de estómago y me tengo que quedar tirada en la cama, supersola, superblanca, superdeshidratada, ¿estoy gastando MIS días de vacaciones? Nono, perdona, lo de la demostración de sacrificio no es para mí. Yo quiero mi baja laboral.

Le dije al Santo que creía que en mi caso no era así y que si por favor lo podía comprobar, porque al fin y al cabo mi contrato no es el mismo que el de mis compañeros. Y aquí empezó la segunda pelea. Al final me tuve que meter a discutir con un santo…

Tardaba en contestarme después de aquella conversación así que volví al ataque, le pregunté por email si lo había comprobado. No me contestó a mi pregunta y en su email me volvió a explicar cómo funciona aquí lo de la inexistente baja laboral y bla, bla, bla, para eso están los días de vacaciones y bla, bla, bla…

Vamos a ver si además de Santo este es Sordo, o Ciego y no se está enterando de lo que le estoy preguntando. Insisto. Mando otro email. Y recibo de nuevo, después de varios días, la misma contestación, incluyendo más detalles sobre el tema de la emergencia nacional por epidemia porque bla, bla y bla.

Mmm…va a ser que el Santo va a lo suyo y no está comprobando nada. Este es San Pasoto. San Habla Trucho Que No Te Escucho.

Me da la sensación de que esta es una estrategia muy coreana, dejar pasar el tiempo a ver si te cansas de preguntar y te olvidas. Yo no me olvido de mis 19 días de vacaciones así que como no lo hacía él, lo hice yo y pregunté directamente a la central, reenviándoles los emails de San Pasoto, a ver qué me contaban. Y me contaron lo que yo imaginaba, contestando a mi email y poniéndole en copia, que los expatriados tenemos una baja laboral de hasta 6 meses. Victoria.

Así si, joder, así sí. Me puedo poder enferma tranquila, como debe ser. 

No he vuelto a saber nada del tema, espero no tener que volver a lucharlo, porque esta estrategia de desgaste agota bastante. La semana de vacaciones va a sentar de lujo. 

¡Nos vemos! 
Besines a todos y gracias por venir. 


Ps: hoy un compañero de trabajo me ha invitado a su boda. ¡¡BRAVO, BRAVO, BRAVO!!

martes, 19 de marzo de 2013

YO, PAGAFANTAS

Hoy me ha pasado esto, y es maravilloso. He recibido un mail y he estado a punto de hacerme pis de la risa floja que me ha entrado. Os dejo el pantallazo de mi ordenador con algunas alteraciones (por razones evidentes, una quiere cumplir la legalidad incluso en la red). 

Para que os centréis, es la contestación de un compañero de departamento a un mail mio en el que le agradecía que me hubiera ayudado con un tema. Creo que es importante que sepáis que su ayuda se ha limitado a hacer una llamada por mí a una empresa coreana en la que no hablan ingles. En concreto una llamada a un transportista para que pasara a recoger un bulto. Una llamada de un minuto para dar nuestra cuenta y decir "venid a por el bulto". NO OS CREÁIS QUE HA TENIDO QUE ESFORZARSE MUCHO, el jetas. 

Ahí va, maravilloso: 



LO DICE EN SERIO. Es un mail serio, me ha contestado diciendo que "de nada" y que "le invite a un refresco algún día". Esto lo orquesta el universo para hacerme reír, gracias Universo, eres genial. Lo he tenido que consultar con una compañera para asegurarme de que el tipo habla en serio, y sí, habla en serio. 

Creo que la traducción al castellano no tiene la misma gracia que su mail en inglés estilo coreano, pero lo importante es que ESTE TIPO ME HA TOMADO POR UNA PAGAFANTAS. Yo, pagafantas.

Ahora en serio, ¿qué hago? ¿Le pago una Fanta? 

sábado, 16 de marzo de 2013

SUBIDÓN SUBIDÓN

Le acabo de poner un contador de visitas al blog y pone que lleva más de 3000, ¡estoy que no quepo en mí! ¿Pero cómo puede ser? ¡Sois los mejores! Muchísimas gracias por asomaros tantas veces a mis chorradas.

Estoy más contenta que cuando descubrí la función "suprimir" en el teclado del Mac. ¡Más que cuando conseguí coger una avellana con los palillos y más que cuando probé la barbacoa de pato! Y mucho más que cuando los Take That se juntaron de nuevo :) Podría aplaudir con las orejas ahora mismo...

Ha sido tal el subidón que me he pintado las uñas de rojo y he quedado a comer con una compañera para que luego me acompañe de compras por Wonju, capital de Asia. Espero encontrar ropa de mi talla o el subidón  se convertirá en bajona. El tamaño monstruoso de mis pies comparado con el estándar coreano también puede ser un problema, mis pies aquí son como los de las hermanastras de Cenicienta. 


Creo que no, que ni mis piezacos pueden acabar con mi humor hoy porque cuando ando suena esto

¡Nos vemos por aquí! 
Y gracias de nuevo.

miércoles, 13 de marzo de 2013

DIME QUE NO, COJONES

En Corea, decir que no te cuesta tres sílabas: 아니요; se lee “anió”.

Decir que sí sólo te cuesta una y además es de las fáciles: 네; se lee “ne”. Es algo que si se lo oyeras a un bebé como su primera palabra no te sorprendería. Si te dijera “anió” fliparías, porque es una palabra de tres sílabas y aguda, no es moco de pavo.

El tema: nadie dice no en este país. Decir “no” es de mala educación, por eso no necesitan una palabra práctica, rápida, fácil de decir. Simplemente porque no lo dicen.

Ejemplos prácticos:


        - ¿Sabes si pasa el autobús 21 por esta calle?
        - Quizás…quizás pasa por la calle perpendicular a esta.

En la psique de un coreano sería de mala educación decir que no porque de alguna manera te está llamando lerda porque no sabes si el autobús 21 pasa por esta calle. Lo que ellos no ven es que si lo supiera, no lo preguntaría y el "quizás" confunde basante. Y lo utilizan constantemente, todo es "quizás". 

        - ¿Te apetece un café?
        - Gracias. → ¡Cuidao! Si no dice “sí” explícitamente es un “no, gracias”.

Aquí sería de mala educación porque les estás ofreciendo algo y lo están rechazando. El problema es que no te enteras de que no quieren café hasta después de tres o cuatro capuccinos que has sacado de la máquina para nada. La quinta vez que no te dicen "sí" explicitamente te das cuenta de que no, no quieren café. 


Parece agotador, ¿verdad? Lo es.

Y cuesta acostumbrarse y creo que nunca llegaré a entenderlo. Alguno de vosotros estará pensando (que nos conocemos...) que vaya oportunidad de aprovecharse de esta pobre gente que no puede negarte nada. No os confundáis: no decir “no” no significa que no nieguen sino que les cuesta más tiempo y en general consiguen que tú pierdas los nervios. Os cuento lo que me ha pasado esta semana.


Hace unas semanas me apunté a un grupo de intercambio de idiomas inglés/coreano. La desesperación por encontrar amiguitos me llevó a hacer algo así a pesar de que yo tengo poco coreano que compartir y mi inglés tampoco es perfecto. Pero oye, es lo que había y no me prohibieron la entrada por no ser nativa de ninguno de los dos idiomas, quizás mi pinta vikinga les despistó; si hubiera habido alguno donde el español entrara en la ecuación lo hubiera considerado, pero parece que hay poca gente interesada por estas latitudes.


Lo del grupo de intercambio consiste en quedar una vez a la semana en alguna cafetería a charlar más o menos por turnos y en general sobre un tema que decides a priori. Eso te obliga a prepararte algún párrafo en la lengua que quieres aprender y a buscar vocabulario sobre el tema: en el grupo sueltas tu parrafada y el resto te corrige. Y así se aprende. Y se conoce gente.


La semana pasada se lo comenté a una compañera de trabajo que parece muy interesada en aprender inglés y le pareció una idea muy buena. Le dije que si le apetecía apuntarse que me lo dijera, que sólo hay dos coreanas en el grupo y comentó que le encantaría asistir, que por favor le avisara para la semana siguiente, que qué estupendo conocer más extranjeros y bla, bla, bla…¡todo muy excitante! Fue muy curioso porque más gente de la oficina mostró interés e incluso un par de ellos me dijeron directamente que les gustaría venir conmigo así que quedé en avisarles para la próxima.


También la semana pasada lo comenté con mi profesor de coreano, que es amigo de uno de los compañeros de trabajo interesados en el grupo de intercambio. Se lo comenté por si a él también le apetecía y como es de los pocos que me habla claro y me explica cómo funciona esta cultura, se rió mucho rato en mi cara. Ésta fue la conversación (dramatizada):


        - Sara, no quieren ir al grupo 
        - Qué dices, flipao, si han sido ellos los que me han dicho que quieren venir.
        - Están siendo amables contigo, el día que les digas de ir al grupo te van a dar alguna excusa cutre para no hacerlo.
        - ¿Pero qué necesidad tienen de decirme que quieren venir si no quieren?
        - Sólo quieren mostrar interés por tus chorradas. Estoy seguro porque a cualquier coreano medio le horrorizaría hablar en inglés delante de alguien al que acaban de conocer. No van a ir.


Puto vidente. Lo veía así de claro. Yo no, no me lo podía creer, así que me aposté con él 10.000 wones a que venían (suena a mucho pero te da para un par de cervezas). Un poquito sí me lo podía creer. 

Ahora le debo dinero.

Ayer martes, día de grupo de intercambio de idiomas, mandé un mail a los cinco compañeros que la semana pasada se habían mostrado tan interesados en apuntarse: tres de ellos me habían dicho la semana anterior que venían y dos que les parecía una idea maravillosa.


Para que os hagáis una idea de lo insistentes que habían sido los tres que me dijeron que querían venir, lo organicé a pesar de que el grupo oficial de intercambio esta semana no se reunía, pero me habían preguntado tanto que pensé que con nosotros era suficiente y mandé el mail.


¿Qué creéis que pasó? De los tres que me había dicho que VENÍAN SEGURO, una me dijo que tenía que limpiar su cuarto, otro que había quedado ya a cenar y la tercera, la misma que la semana pasada me había pedido que por favor por favor por favor le avisara, me dijo que las 19h30 era muy tarde y que no podía venir. 


Compañeritos, os quiero. Haced esto más veces, por favor.

Ésta última me hinchó las narices más que el resto porque me había preguntado mil veces la hora y siempre le había dado la misma respuesta; y resulta que ahora la hora era un problema. Estaba perdiendo dinero así que la hice sudar un poquito: ¿y si quedamos a las 18h30 vendrías? ¿Y si lo cambio para mañana? Pues ven sólo media hora ¿no? ¿No? ¿No? A todo me balbuceaba alguna chorrada; eso sí, no oí ni un sólo “anió” por ningún lado. Dime que NO, cojones.

Los otros dos aparecieron milagrosamente por la cafetería en la que habíamos quedado aunque mi gozo quedó en un pozo: el compañero entró preguntando por mis amigas del grupo de intercambio (vino con el pelo lleno de gomina y apestando a colonia) y la compañera diciendo que ella lo que quería aprender era español. Con la excusa y la coña sobre mi poder de convocatoria nos echamos unas risas.

Olé. Todo el mundo lo tenía muy claro menos yo, que soy imbécil. Los dos que vinieron no tenían ningún interés en intercambiar nada, ¿qué narices hago yo organizando, si sabemos que no se me da bien? Éstos no me vuelven a pillar en una así...


Hazte fan del "no". 
¡Besos a todos! 

lunes, 4 de marzo de 2013

PSICOSIS DENTAL

Voy a hablar claro a pesar del riesgo evidente que esto puede tener para mi integridad física, pero ya no me da miedo el lobby de la higiene bucal en este país. Es un lobby poderoso, de eso ya me he dado cuenta, pero alguien tiene que avisar a los coreanos de que a este paso se van a desgastar los piños....

Parece que la exageración es un rasgo importante del carácter estereotipado coreano que tanto me está gustando destacar en este blog, pero es que los coreanos no es que se laven los dientes, es que no creo que ninguno mantenga el esmalte más allá de los 33 años. Digo 33 porque sí, porque dar cifras siempre mola, parece más verdad lo que se dice y porque se empieza a  envejecer a los 25 (¡zas, en toda la boca!). Esto probablemente lo he leído en Muy Interesante, en esto sí que podéis confiar en mí, sois todos muy mayores. 

Me siento muy cochina. Después de comer no paso mínimo dos minutos cepillándome los dientes. Me los cepillo rapidito, hago un par de gárgaras y me vuelvo a mi mesa. Mira que podría matar el tiempo con el cepillado de dientes, pero no me ha dado por ahí. Y sólo tengo un cepillo en el trabajo, no tengo uno de esos cepillos interdentales que sacan lo imposible de entre los dientes; ni hilo dental. Tengo hilo dental en casa por si un día se me queda entre las palas un hilillo del jamón serrano que mi madre me metió en las cajas de la mudanza. Mamá te quiero. Mamá tienes una hija cochina. 

Este es el baño de mujeres de la planta baja de mi empresa, baño que utilizamos 4 chicas y la señora de la limpieza, que de hecho lo utiliza como base de operaciones, pero eso no viene a cuento: 


Como diría aquel, mirad qué "mostrario"
No vaya ser que uno un día no funcione
La propietaria de este tiene unas cuantas muelas de oro,
y todavía no ha empezado a envejecer según Muy Interesante...igual el cepillado no es tan infalible.
El hilo dental no lo veis porque no lo dejan en el baño, pero lo utilizan a diario y está claro que en cada comida. 

Dios me libre de decir que no hay que cepillarse los dientes pero lo de esta gente no es ni bueno. Nadie falta al cepillado después de cada comida principal y muchos de ellos se los cepillan también después de tomarse un te o una galletilla a media mañana. He llegado a la conclusión de que detrás de esto hay alguien moviendo los hilos, el dueño de Colgate, el terrateniente que planta menta en Corea, no sé, alguien. Los obsesionan con tener los dientes inmaculados las 24 horas del día y no pueden soportar ni por un momento un sabor que no sea el eucalipto blanqueador colutorio 2 en 1. 

Y según prueba este vídeo, les comen el tarro desde muy temprana edad. Flipad con este vídeo: 


 


Eso es mi oficina después de la comida, pero sin el armario ese con luz azul que se supone que esteriliza los cepillos. Igual si les preocupo con la horrible idea de que se están lavando los dientes con algo sucio consigo que compren uno de esos armaritos! Me recuerda a La Gruta en Jaca, a las luces azules que resaltan el blanco y te hacen parecer extraterrestre. 

Es el momento de denunciar esta locura y conseguir que los coreanos relajen su higiene bucal. Seguramente así no hay manera de que hagan defensas, como los niños a los que los protegen como si vivieran en una burbuja y después son adultos enfermizos. Se entra en un círculo vicioso de cepillados de dientes, muelas de oro y colutorio tras el cepillado a ver si consigo evitar tener que pagar otra muela de oro. Pero no. 

Y creo que es el momento porque tengo pruebas de que el sector está en crisis. Acabo de volver del supermercado y me acaban de regalar, 8 tubos de pasta de dientes por comprar un champú. 8 tubos grandes de pasta de dientes, de 90 gramos cada uno. Me han dado 720 gramos de pasta de dientes por comprar 600 mililitros de de champú. 

Preocupante por la proporción de uso champú/pasta de dientes que delata; esperanzador porque cuando te dan algo gratis es por algo, y yo creo que es porque el señor de Colgate y el terrateniente productor de menta se las están viendo putas para vender tanta pasta de dientes. Aquí la prueba: 

Los 600ml de champú (lo sé, manicura espectacular)
720g de pasta de dientes. True story. 


Os dejo corazones, me voy a cepillar los dientes que me acabo de comer un caramelo de eucalipto pero no es lo suficientemente fresco para mí. 

Hasta pronto y gracias por leer :)